¿A quien atiende el Catastro?










¿A QUIEN ATIENDE CATASTRO?
Según la Federación Internacional de Agrimensores FIG (1998) en la era de la Nueva Gerencia Publica las tendencias del catastro van hacia la desregulación de rígidas estructuras públicas, en el entendido de ofrecer servicios adecuados a los ciudadanos.
Sin duda las oficinas catastrales son de las que interactúan de manera constante con  ciudadanos interesados en obtener un servicio de ésta, los ciudadanos esperan de ella, información confiable y oportuna, dando cabida a “la transacción entre gobierno y ciudadano de manera involuntaria existiendo la imposición de obligaciones” (Barzelay, 1992:45), son oficinas recaudadoras y por tanto los servicios brindados son inmediatamente calificados por quienes lo solicitan, el servicio debe ser amistoso y pensar como el mismo cliente.
La DGC, en España (2005), consideró la necesidad de emitir “Las cartas de Servicios de la Dirección General de Catastro, un compromiso con  la calidad” donde plasmo precisamente los compromisos con la gestión de servicio encaminada a la orientación de los ciudadanos y clientes, razón de su existencia, considerando que se atiende tanto a ciudadanos como a clientes.
Bajo esta concepción la DGC, en el documento “Cooperación, Calidad y Tecnología en la Gestión Catastral: La experiencia en España” (Duran 2006), distingue a los clientes del servicio con distintos perfiles muy dispares por lo que habría que pensar en mas de un modelo único de atención a dichas necesidades. Esto mismo ocurre en México, solo que a diferencia de España,  se ubica al ciudadano como contribuyente, pues, las actividades de catastro se visualizan como el cobro de impuesto predial, y es que basta con revisar los sitios de Internet de las distintas entidades para darnos cuenta que los servicios están orientados hacia un contribuyente, es decir una persona que acude a depositar un impuesto mas.

En términos generales el catastro atiende ciudadanos, pero, porque no considerar que ante este tipo de servicios y por las actividades catastrales existen,  además de ciudadanos, usuarios de la información de estas oficinas, retomando la idea de Moore “los clientes se conciben de forma individualizada en una empresa” Moore (1995:70), mas para las oficinas catastrales los ciudadanos son usuarios de ellas respecto a la información emitida y pudiera entenderse que esta es solo una adecuación para catastro, es decir, esta concepción se pudiera trasladar hacia otro tipo de oficinas de servicios, solo que la diferencia con otras oficinas radica en que estos usuarios utilizan posiblemente una misma  información para distintos fines, cumpliendo con la función multifinalitaria del catastro; en ese mismo tenor valdría la pena  considerar la percepción que tiene el individuo en ser tratado, ¿como cliente o ciudadano? ya que limitamos al ciudadano para que califique el servicio y los resultados y no enriquecerlo a través de una relación personal, es necesario entonces, también buscar para catastro una atención personalizada donde sean brindados los suficientes argumentos en esta atención.

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